ENTRAR EN BARRENA.I
Le llamo entrar en barrena cuando funcionamos en automático porque las circunstancias, la rutina, las obligaciones han tomado por completo el control de nuestra existencia. El cuerpo físico adolece, el cuerpo emocional no genera motivaciones u objetivos basados en dichas motivaciones. El cuerpo mental da vueltas y vueltas constantes como intentando montar un puzle al que le faltan piezas. Y el cuerpo energético está contraído haciéndonos vulnerables al entorno.
La barrena es una caída vertiginosa que no podemos frenar por mucho que lo intentamos. La sucesión de acontecimientos y circunstancias nos llevan siempre por el mismo camino y a los mismos sitios.
El tiempo pasa rápido. Les suena este calendario?. Semana Santa, Verano, Navidades y otro año más. Cuando deseamos detenernos, preguntándonos quizás hacia donde vamos tan rápido, tenemos la sensación de que el suelo se mueve, es el mundo que pasa a nuestro alrededor que no se detiene, que sigue a su ritmo trepidante e imparable.
PARAR EL MUNDO
Tomar la decisión de parar el mundo para comenzar a tomar conciencia y recuperar el timón de la propia existencia requiere un acto ORIGINAL. Algo diferente que puede cambiar una pequeña cosa o desencadenas una nueva línea de sucesos que lo cambian todo.
En Neuro-plasticidad. Algo que un sector de científicos está comenzando a investigar ahora. Se dice que se deben de generar nuevos tendidos neuronales pensado diferente de lo habitual, a la vez que paralelamente nuestros actos cambian de lo habitual.
Da igual el origen del cambio si nace de un pensamiento, de un impulso, de una emoción, de una curiosidad. Parar el mundo puede ser algo tan simple, como “PAREN MAQUINAS, PAREN RELOJES, PAREN PENSAMIENTOS, PARENLO TODO, QUE DESEO DETENERME A CONTEMPLAR ESTA FLOR”
Lo entienden?. Lejos queda horario, ajetreo, estrés, todo se detiene en ese momento por elección personal, por deseo irrefrenable, por satisfacción, por plenitud, por lo que sea, pero la mente recibe este mensaje: VETE A LA MIERDA, PORQUE ESTA DECISIÓN LA HE TOMADO YO Y NO TU.
Parar el mundo es identidad, es saltarse la prohibición que reside en la mente, la cual solo sabe de horarios, de normas, de obligaciones, y razonamientos.
PARAR EL MUNDO ES SORPRENDERTE A TI MISMO.
Fernando Martin Gemoterapias
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